Educación Sexual Integral para prevenir abusos en la infancia

El Programa Nacional de Educación Sexual en la Infancia establece que todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral (ESI) en los establecimientos educativos. Esta ley, sancionada en el 2006, significó un avance fundamental para entender a la educación sexual como una vía para prevenir abusos en la infancia

En este artículo, te contamos acerca de la Ley de Educación Sexual. Qué implica y cómo su implementación contribuye al desarrollo de formas sanas y respetuosas en torno a la sexualidad. Todo esto, entendiendo a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos.

El marco legal

La Ley 26.150 fue sancionada el 4 de octubre del 2006. Desde su primer artículo, entiende a la Educación Sexual Integral como un derecho que todas y todos los educandos poseen. Por esto, la totalidad de los establecimientos educativos, tanto públicos como privados, se encuentran obligados a respetar los lineamientos del programa. Sin embargo, en la práctica, esta regulación no siempre es respetada e impartida como debería ser.

Según la ley, la educación sexual integral articula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Su sanción debe comprenderse dentro de un marco de diversos programas que buscan prevenir formas de violencia contra la niñez

  • Ley 25.673, de creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable.
  • Ley 23.849, de Ratificación de la Convención de los Derechos del Niño.
  • Ley 23.179, de Ratificación de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
  • Ley 26.061, de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes.

El objetivo del programa es incorporar a la Educación Sexual Integral dentro de las propuestas educativas. El objetivo es que se produzca un proceso de aprendizaje armonioso y progresivo en torno a esta temática. Además, entiende que la educación debe ser permanente, debido a que es un campo de conocimiento jamás concluso. La ley persigue promover actitudes responsables en torno a la sexualidad para prevenir problemas relacionados a la salud sexual y reproductiva. Otro de los objetivos que plantea, es fomentar la igualdad de trato para varones y mujeres. 

Por su parte, los establecimientos educativos tienen la obligación de brindar espacios formativos para la comunidad educativa en su conjunto. Esto involucra al cuerpo docente, directivos, madres y padres.

Los cifras alarmantes del abuso

De acuerdo al informe de Amnistía Internacional, cada año, a nivel mundial, quedan embarazadas 16 millones de niñas. El rango etario varía entre 15 y 19 años, sumando, además, 2 millones de niñas menores de 15 años. La tasa de fecundidad adolescente en Argentina de los últimos 20 años muestra un incremento acumulado de un 11%. Según UNICEF, en la Argentina, cada tres horas una niña de entre 10 y 14 años atraviesa un parto. En esta estadística, el 80% de los casos de embarazos en niñas es producto de abuso sexual intrafamiliar.

Según una investigación, durante el ciclo lectivo 2019, el Ministerio de Educación de Santa Fe detectó 493 casos de abuso sexual infantil y adolescentes. En el mismo informe se sumaron 507 casos de violencia familiar. Muchas de las denuncias surgieron luego de dictarse clases y jornadas especiales de Educación Sexual Integral. Los docentes y centros de estudiantes —que reciben capacitaciones constantes tras la implementación del programa nacional— tienen la obligación de denunciar casos de sospecha. Además, deben llevar a cabo el protocolo correspondiente para acompañar a la víctima.

Las estadísticas que arroja el Ministerio Público Fiscal son sumamente alarmantes. En Argentina, por cada 1.000 casos de abuso sexual 100 son denunciados y tan sólo uno de ellos recibe condena judicial. El 75% de los abusadores son de la familia y en el 60% son el padre o el padrastro de la víctima. El 90% de los abusadores son varones y la mayoría de las víctimas son niñas y adolescentes mujeres. Desde el 2018, el Congreso Nacional modificó el artículo 72 del Código Penal, convirtiendo al abuso sexual infantil en un delito público. 

¿Por qué es importante la educación sexual desde la infancia?

El Instituto Interamericano del Niño, la Niña y el Adolescente (IIN) —Organismo Especializado de la OEA en materia de niñez y adolescencia— sostiene que en torno a esta temática aún persisten muchos tabúes y desinformación. Esto se debe a que se considera, erróneamente, que hablar sobre sexualidad en la infancia y adolescencia puede acelerar los procesos de ejecución de prácticas sexuales. En realidad, lo que se produce es todo lo contrario. 

La educación sexual implica darle a un niño, niña y adolescente la oportunidad de que “al llegar a ese momento de su vida donde empieza el autoerotismo o a compartir su cuerpo con alguien más, lo haga con seguridad, sin culpa, sin presiones, con consentimiento sexual y conociendo las formas de protegerse de infecciones y embarazos tempranos”. Pero por sobre todo, es una herramienta fundamental para la prevención de abusos sexuales en la infancia. 

Como sostienen desde el INN, “cuando se da una educación sexual integral se empieza a desarrollar la capacidad de reconocer cuando hay conductas entre pares o personas adultas que dañan la integridad sexual del niño, niña o adolescente. Además, ayuda a reconocer que nuestro cuerpo nos pertenece y hay caricias que no están bien y zonas que no deben de ser tocadas o vistas sin nuestro consentimiento. Hay niños, niñas y adolescentes que enfrentan situaciones de abuso sexual y no lo reconocen. Y lo triste es que no es que no tengan educación sexual porque así lo decidan, sino porque alguien mayor pensó que no la necesitan (…) necesitamos darle a la infancia y adolescencia las herramientas para reconocerlo y no callarlo. Mientras más personas informadas haya, menos víctimas habrá”.

Educación sexual en las escuelas: ¿cómo se implementa?

Viviana Silva es licenciada en psicología y docente del espacio curricular de Educación Sexual Integral en la Formación Docente del Instituto Carlos Alberto Leguizamón (ISCAL). La licenciada explica que, a pesar que la ley fue sancionada hace mucho tiempo ya, cuando los estudiantes realizan sus prácticas en las instituciones, se encuentran con que no en todas ellas se permite dictar ESI. “Como docentes, los enviamos a los estudiantes con la ley para que expliquen que la negativa no es una posibilidad. Sin embargo, este año nos pasó que unos estudiantes debían dar una clase de ESI en un jardín acerca de ‘ejes de autoprotección’ y lo habíamos encarado desde la prevención del abuso sexual infantil. La institución no permitió dictarla porque decían que estaba ‘demasiado’ encarado hacia el abuso sexual. Cuando, justamente, es uno de los mayores objetivos vehiculizar formas de prevención”. 

Silva explica que existe una enorme dificultad para implementar esta ley y su respectivo protocolo de acción. Esto sucede porque los mismos representantes de constatar su ejecución sostienen discursos contradictorios. “Este año dio una charla en el ISCAL una profesional que trabaja en el Ministerio de Justicia y vino a comentar sobre una investigación que habían llevado a cabo en Córdoba, y entre otras cuestiones, esta profesional sostuvo que existen numerosas denuncias falsas. Para mí, como psicóloga clínica, eso fue una aberración. Quien realmente puede llegar a la subjetividad de un niño, tener la posibilidad de un tratamiento, de una escucha permanente y profunda, sabe que los niños no mienten con estos temas. Esta mujer, desde su lugar de autoridad, estaba diciéndole a docentes en formación, que hay niños que mienten. Es muy difícil cuando, desde el mismo Estado, hay representantes que están manteniendo un discurso totalmente contradictorio”. 

Según la licenciada, la ESI siempre estuvo presente en las escuelas, pero sin un marco común que regulara lo que acontecía en torno a la educación sexual. De manera formal e informal, se estaba formando de manera integral a los niños, niñas y adolescentes en las mismas temáticas que hoy tienen un marco en derechos humanos y perspectivas de género. Lo que se ha modificado profundamente es la mirada y el análisis crítico hacia los modelos dominantes.

¿Por qué es importante implementar la ESI en las escuelas?

De acuerdo a la licenciada Silva, la educación sexual es importante para generar relaciones más igualitarias, poder vivir sexualidades más plenas (con todo lo que implica la sexualidad) y ser capaces de dimensionar sus aspectos políticos, económicos, históricos, sociales y culturales. En las aulas, todo este contenido es trabajado con actividades concretas. “Se van formando sujetos que a pesar que en su socialización primaria hayan estado sesgados por cuestiones heteronormativas y patriarcales, pueden entrar en contacto con miradas diferentes que ponen en tensión estos enunciados (que pueden ir desde lo verbal, los medios masivos consumidos, las manifestaciones culturales y demás)”. 

Todos los adultos que forman parte de una institución educativa —tras 12 años de vigencia de la ley— deberían estar capacitados en ESI. Sin embargo, también se encuentran socializados por modelos profundamente arraigados, lo que hace que presenten una fuerte resistencia al cambio. Esto se ve reflejado en las prácticas cotidianas dentro de la escuela. “Una estudiante comentaba que al hacer las prácticas, una docente a cargo de una sala de jardín había hecho un dibujo de un nene vestido con celeste, pantalón y la nena con vestido rosa y chulitas. Cada niño y niña debía poner su nombre según fuera nene o nena. Un niño insistió en quedarse debajo de la figura de la nena con vestidito, pero como el nene no se quería cambiar la docente dijo ‘bueno, ya vamos a arreglar lo tuyo’. Este tipo de construcción heteronormativa se encuentra muy arraigada en la subjetividad de los y las docentes”, cuenta Silva.

La aplicación de ESI para detectar casos de abuso 

Dentro de los lineamientos curriculares, se contempla la prevención del abuso sexual infantil. Como sostiene la ley, el conocimiento tiene que ser pertinente y confiable, para eso hay contenidos previstos para cada nivel. “Cuando se trabaja específicamente sobre el abuso sexual infantil, se da por norma general la prevención: aprender a reconocer situaciones riesgosas, a no mantener secretos, desarrollar la autoprotección ante situaciones que les produzcan incomodidad. También, se abordan los indicadores específicos para cada edad, los cuales podrían estar dando cuenta de posibles casos de abuso. Los y las docentes de nuestro instituto adquieren formación en estos indicadores, en el marco legal y en el protocolo de acción de SeNaF”, señala la licenciada. 

Silva hace hincapié en creer siempre el relato de un niño, niña o adolescente que exponga sobre alguna situación de abuso (la cual puede ocurrir tanto dentro de la institución educativa como en el espacio intrafamiliar). La Educación Sexual Integral permite que el sujeto exprese situaciones de abuso o pueda prevenirlas o frenarlas de manera temprana. De esta manera, se evita que se conviertan en sistemáticas. “Una secuencia de nivel inicial sería: el cuerpo, nombrar correctamente las partes del cuerpo, incluidos los genitales y eso asociarlo con que ciertas partes del cuerpo son privadas, nadie puede tocarlos, se aborda el tema de los secretos y se los prepara. No es lo mismo un niño que está confundido, donde hay una situación de seducción progresiva por parte de un pedófilo, a un niño que ya está prevenido para saber decir que no, que pueda contárselo a su docente, que sepa que no es responsable. Esto cambia radicalmente la posición de la infancia con relación al abuso sexual. Igualmente, todavía aún hoy, es terrible, pero no se implemente como debería”.

La ley establece que la Educación Sexual Integral también debe involucrar el trabajo con las familias. Sin embargo, cuenta la licenciada, existe una profunda resistencia a creer en la veracidad de los relatos cuando el abuso es intrafamiliar. Al darse talleres se habilita el espacio a que las familias también estén atentas y prevenidas antes estas situaciones. Sea tanto en casos de abuso intrafamiliar como con conocidos o personas cercanas. 

Si tenés dudas o sabés de alguien que esté atravesando un momento difícil en relación al ASI, en Cales «Red de Psicólogos en Córdoba» contamos con profesionales altamente capacitados para acompañarte y brindarte información. Para denuncias podés comunicarte con la Dirección de Asistencia a la Víctima (Rivadavia 77 – Ciudad de Córdoba, Argentina. Tel.: 0351-4341500) o al Polo Integral de la Mujer (Entre Ríos 650 – Ciudad de Córdoba, Argentina. Tel.: 0351-4288700/01).

Referencias bibliográficas 

Ley de Educación Sexual integral – Presidencia de la Nación. http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/120000-124999/121222/norma.htm

“Educación Sexual Integral en la infancia y adolescencia para prevenir el abuso sexual”. Nuestra voz a colores. Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescente. 

“Embarazo en la adolescencia en Argentina”. Amnistía Internacional. Versión digital: https://amnistia.org.ar/wp-content/uploads/delightful-downloads/2017/05/05-Embarazo-Adolescente.pdf

“En un mundo justo, las niñas no son madres”. La Tinta. https://latinta.com.ar/2019/12/en-un-mundo-justo-las-ninas-no-son-madres/?fbclid=IwAR3zqh0YgAZ2KMtPT10M97-7q3jBOvQnSGaypnNl4Ds6B47ndSHwhEleJX0

“Detectaron mil casos de abuso sexual y violencia familiar gracias a la ESI”. El Ciudadano. https://www.elciudadanoweb.com/detectaron-mil-casos-de-abuso-sexual-y-violencia-familiar-gracias-a-la-esi/