El proceso de orientación vocacional hace referencia a una serie de etapas que van desde la investigación a la resolución de la conflictiva vocacional, es decir, apunta a orientar al consultante ante un contexto de elección, en un determinado momento de su vida, generalmente del paso de un ciclo educativo al siguiente.
Pero ¿Qué es la vocación? ¿Nacemos con una vocación? ¿Hay una sola? ¿Todos tenemos vocación,? ¿La vocación es igual a la profesión? ¿Qué etapas debemos atravesar en un proceso de orientación? Son preguntas que intentaremos responder en este artículo de Cales «Red de psicólogos en Córdoba»
¿Nacemos con una vocación?
Es importante tener en cuenta que la “vocación” no es innata, ni está determinada de antemano, no aparece como una “revelación”, sino que se la va construyendo, principalmente con la historia personal, con los intereses, con las circunstancias de vida, con la forma de ser de cada uno, para luego consolidarse con el trabajo y la experiencia.
Es así que la vocación se va conformando mientras se la va ejercitando y consiste en aquello por lo que se siente una fuerte atracción, interés, gusto, disfrute.
Tradicionalmente se sostiene que al elegir una carrera o una ocupación, hay que tener en cuenta muchas cosas: “que me guste”, “que no sea difícil” “que tenga salida laboral” “que el lugar donde quiera hacerlo no esté lejos”, etc. Además, decidirse rápido y correctamente. Dar respuesta a todas estas cuestiones a la vez, origina mucha confusión, angustia, temores y ansiedad; por eso realizar un proceso de orientación vocacional posibilita recorrer este camino de elección con preguntas y actividades que posibiliten abrir un espacio de reflexión para pensar y conocer, para que de esta forma, se pueda hacer una elección de manera reflexiva, con argumentos que justifiquen la decisión.
Se trata de un proceso activo que tiene como objetivos, reflexionar sobre los factores que inciden en la toma de decisión sobre qué hacer al finalizar la secundaria. Promover el autoconocimiento, a partir del reconocimiento de la historia personal, los intereses, valores, aptitudes, temores, expectativas. Facilitar el conocimiento de la realidad de la vida universitaria, y favorecer la integración de los aspectos personales con lo que la realidad ofrece.
Etapas del Proceso de Orientación Vocacional
El proceso está organizado en 3 etapas: la primera es la del autoconocimiento, donde se trabaja con la historia personal, con los intereses, con la forma de ser, con las motivaciones y los gustos. Esta etapa posibilita afirmar y descubrir todo lo que tiene que ver con el mundo interno y que juega un papel importante en la construcción de un proyecto de vida.
El segundo momento consiste en la búsqueda de información, se apunta a que este proceso sea activo, ya que la premisa básica de esta etapa es conocer para poder elegir mejor. Es imprescindible para tomar una decisión que se pueda elegir libremente a partir del conocimiento objetivo de la realidad, es decir del mundo actual del trabajo, de las facultades que existen, las diferentes carreras, tipos de oficios, etc.
El último momento es la elaboración del proyecto en donde a partir de todo lo trabajado se realizará la construcción del proyecto vocacional.
1. Autoconocimiento
Realizar una elección implica pensar en uno mismo. Reconocer los gustos, intereses, capacidades y limitaciones, valores, motivaciones; también implica pensar en el qué, dónde, pero también en el cómo cada uno elige.
Lo central de esta etapa es poder reconstruir la historia personal, hacer una reconstrucción de lo vivido. El conocimiento de lo que llamamos nuestro “mundo interno”. Para ello se llevan a cabo diferentes actividades según el objetivo de lo que se busca conocer:
Lo primero que se realiza es una autobiografía, ya que esta es una manera de reconstruir la historia personal. Luego se lleva a cabo una actividad de estilo personal, la cual apunta a reflexionar sobre la forma particular de hacer las cosas, es decir por la manera personal de estar en el mundo, lo cual apunta al estilo de ambiente que se prefiere para trabajar, el tipo de personas o si es con objetos, animales, etc….
Para continuar con el conocimiento del mundo interno, se realiza el “test del chaside”, el cual tiene como objetivo indagar sobre los intereses de cada uno, para luego relacionarlos con áreas ocupacionales que están compuestas por grupos de carreras. Los intereses son las inclinaciones que sentimos hacia una o varias actividades, objetos o personas, es decir los gustos o preferencias.
La actividad que continúa es el “test de las inteligencias múltiples”, con la finalidad de descubrir aquella predisposición básica o facilidades que todos tenemos para realizar determinadas actividades de manera correcta.
Para abordar valores y motivaciones se guía al consultante con preguntas y actividades que orientan la reflexión y exploración de estas temáticas. Las preguntas que surgen son ¿Qué espero lograr a través del ejercicio de una profesión? ¿Para qué quiero estudiar ? ¿Qué es lo que lo que me motiva a elegir una carrera u ocupación? ¿Hay carreras u ocupaciones que me posibiliten el desarrollo de los valores que para mi son importantes?.
Esta primera etapa finaliza con una actividad sobre el modo de elección de cada uno, ya que cuando uno elige, entran en juego muchas valoraciones, prejuicios, mandatos sociales y familiares que dan una cierta perspectiva a nuestra manera de ver las cosas. Conocer estos factores nos ayuda a entender un poco más, a qué estamos prestando atención y cuáles cosas descartamos al momento de nuestra elección, para de esta forma, poder elegir libremente.
La actividad se lleva a cabo con viñetas e ilustraciones que muestran con humor situaciones cotidianas que realizamos en los momentos que tenemos que tomar una decisión, la misma tiene como finalidad abrir un debate que posibilite problematizar las maneras de elegir.
Para el cierre de la primera etapa, se realiza un cuadro de síntesis con los datos obtenidos hasta el momento y a partir del mismo, se lleva a cabo un primer recorte de las carreras o áreas de interés que se aproximan con los resultados de la exploración de lo que llamamos mundo interno.
2. Búsqueda de información
Como se ha mencionado, la premisa básica que sostiene esta etapa es “conocer más para elegir mejor”. Es por esto que una vez que se han encontrado áreas de interés o posibles carreras que coinciden con las características personales, es importante que como un “detective” se asuma un rol activo para empezar a investigar y averiguar las particularidades y diferencias de cada una de las opciones que se fueron preseleccionado.
El conocer a través de la búsqueda de información, permite elegir con qué quedarse y qué dejar. Es por eso que es fundamental investigar lo que denominamos el “mundo externo”, lo cual a su vez está divido en dos: por un lado lo que respecta al mundo académico y por otro lado el mundo laboral.
Esta información se obtiene de diferentes fuentes y modos. Primeramente se realiza una actividad denominada “técnica del fichaje” donde se profundiza en la lectura de guías de carreras y las páginas web de las universidades, para luego completar un cuadro con la información básica de cada una de las carreras de interés. Esta actividad se realiza de modo conjunto con el consultante, acompañándolo y guiandolo en toda la búsqueda.
Con esta información se pasa a la segunda actividad que consiste en elaborar una entrevista con preguntas de interés sobre las carreras preseleccionadas, para realizar luego a estudiantes, profesores y profesionales.
Una vez que se cuenta con todos los datos, se invita al consultante a realizar una actividad para que identifique aspectos a favor y en contra de las opciones preseleccionadas con la finalidad de preguntar, reflexionar y cuestionar toda esa información obtenida.
3. Elaboración del Proyecto
En este momento se reconocen las elecciones profesionales, en función del autoconocimiento y del conocimiento del entorno, para a partir de allí, elaborar un plan futuro que ayude a comenzar el desarrollo laboral.
En esta etapa se realiza una actividad de articulación, es decir, se busca una relación entre el autoconocimiento del mundo interno, el conocimiento del mundo externo y la información recogida allí, con la experiencia adquirida de todo lo trabajado a lo largo de los encuentros.
El objetivo principal apunta a llegar a una justificación personal de la elección, la cual puede ser la decisión por una carrera o la aproximación a un área en particular.
La elección vocacional es una construcción personal, por eso se apunta a la realización de un proceso que permita comenzar a construirlo, donde el miedo, la inseguridad y confusión son parte del camino, lo importante no es lo que suceda, sino, cómo se reacciona ante eso.