Masturbación femenina

La sexualidad y masturbación femenina sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad, del cual muchas veces no se habla. Sin embargo, la sexualidad femenina existe, y sucede más allá de la presencia de un otro.

Masturbarse presenta numerosos beneficios, tanto para hombres como para mujeres. En este artículo te contamos acerca de los aspectos psicológicos positivos de la masturbación y por qué es importante reconectarnos con nuestro propio sentido del goce. 

Acerca de la sexualidad de las mujeres

Casilda Rodrigañez es una celebrada escritora e investigadora que ha generado un extenso y profundo trabajo con relación a la sexualidad femenina, el parto y la maternidad. En su libro “Pariremos con placer”, aborda cómo la represión de la sexualidad se produce desde la infancia y cómo esto repercute en los procesos fisiológicos del parto. 

masturbación femenina

Rodrigañez basa su trabajo en diversos estudios que demuestran la vinculación de los úteros espasmódicos con los procesos de socialización. Esto quiere decir, que la función fisiológica natural del útero debería ser indolora. Sin embargo, investigaciones como la del obstetra Grantly D. Read, han comprobado que el dolor en el parto se produce a causa de un sistema de defensa. Este sistema está destinado a alertarnos sobre alguna agresión o disfunción de algún órgano o sistema. 

De acuerdo a los postulados de Read, los dolores de parto no deberían ser considerados naturales. Por el contrario, numerosas evidencias de culturas no occidentalizadas reflejan que muchas mujeres han vivido “partos orgásmicos”. Muchas mujeres en la actualidad también alcanzan estas experiencias. Sin embargo, para que esto sea posible, es necesario trabajar en pos de derribar la represión de la sexualidad femenina.

Represión de la sexualidad 

Como explica la autora, la sexualidad en la infancia se inhibe casi sistemáticamente. Nuestra cultura no reconoce las pulsiones sexuales como tales. Es así como, por ejemplo, la lactancia materna no se considera como parte de la sexualidad humana. De este modo, se consienten los babeos y chupetazos del bebé. Pero cuando de este estadio se pasa a las fricciones, roces y movimientos, se identifican esas pulsiones como sexuales, y la cosa cambia… 

A partir de ese momento surge la fuerza del tabú y la prohibición. Se comienza a transmitir de manera inconsciente “ese extraño sentimiento de rechazo a las pulsiones sexuales que llamamos pudor”, explica Rodrigañez. Este sentido de pudor va unido de la culpa, ambos sentimientos extraños que brotan inconscientemente por la inhibición de nuestras propias pulsiones sexuales. 

De esta manera, la represión de la sexualidad se efectúa como un proceso continuo de socialización. Lo que a las madres y padres les han enseñado en torno al sexo desde la infancia va a reproducirse en las transmisiones, conscientes e inconscientes, hacia sus hijos e hijas. 

Ahora sí, hablemos de masturbación

Según la licenciada en psicología Magalí Lagone (M.P: 9617) de la red de Psicólogos Córdoba, “la masturbación es parte del descubrimiento de nuestra sexualidad. Si tuviéramos que definirla, es una práctica que nos permite el conocimiento de nuestro cuerpo, nuestros deseos, nuestras zonas erógenas y la integración de éstos”. 

Como explica la profesional, debido a cuestiones socioculturales y patriarcales, la masturbación se construye de diferente manera entre hombres y mujeres. “A las mujeres durante siglos se les enseñan ciertos roles que no están ligados precisamente a lo placentero, al goce y al disfrute del propio cuerpo. El hombre ha tenido otro tipo de libertad en cuanto a su propio cuerpo y ha experimentado más rápido el camino al orgasmo y ha conocido su cuerpo de una manera, podríamos decir, ‘más natural’ que las mujeres”.

Para poder concebir la sexualidad de manera integral resulta necesario conectarla con aquello que a las personas les genera placer, con lo gustoso. Existe una gran falta de conexión generalizada con relación al placer y al conocimiento del propio cuerpo. Además, en nuestra sociedad impera una concepción errónea que limita lo sexual a lo meramente corporal. Sin embargo, muchas cosas que nos gustan (como comidas, películas, experiencias y demás) también constituyen manifestaciones del placer.

Algunos datos sobre la masturbación femenina

En la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Colombia), se llevó a cabo una investigación de la masturbación femenina en mujeres universitarias metropolitanas. La investigación arrojo los siguientes datos:

  1. De 1.039 mujeres encuestadas sólo el 32% de ellas se masturbaba. 
  2. Únicamente un 73% de esta población llegaba al orgasmo a través de esta estimulación. 
  3. 1 de cada 3 mujeres que no se masturbaba reportó incapacidad para alcanzar el orgasmo.
  4. La masturbación fue más frecuente en mujeres >35, de estratos socioeconómicos altos, con poco o nulo nivel de religiosidad, estudiantes, trabajadoras independientes y autoidentificadas como bisexuales.

Esta investigación permitió demostrar que 1 de cada 3 mujeres que dice no masturbarse, presenta disfunción orgásmica. Por lo que las actividades masturbatorias conformarían un factor protector para esta disfunción.

¿Por qué hablar de masturbación es importante?

De acuerdo a la Licenciada Lagone, hablar de masturbación es importante “porque es la base del conocimiento de cómo nos gusta a nosotros vivirla y experimentarla. Podés hacerlo sola/o o acompañada, pero la cuestión es despertar la curiosidad por saber cómo funciona el propio cuerpo”. 

Es un tema especialmente necesario de abordar para las mujeres, porque durante años se nos ha hecho creer que la sexualidad era para el beneficio de un otro, masculino. Por esta misma razón, mantener relaciones sexuales se configuró durante siglos como una obligación. Por lo que el dolor, la ausencia de placer, o la posibilidad de llevar a cabo actos sexuales sin estar acompañadas, han sido realidades completamente invisibilizadas. 

Como sostiene Magalí, saber de nuestro propio placer es fundamental para poder guiar al otro/a en el encuentro sexual. “Lo esencial es la comunicación en estos temas, el poder hablar, expresar, cómo nos gusta, en qué lugar, durante cuánto tiempo, etc”. 

Aspectos psicológicos de la masturbación

En los procesos terapéuticos vinculados a la sexualidad, es fundamental poner en palabras lo que sucede en torno a nuestras experiencias, para así también esclarecer aquello que se pretende alcanzar. Según la licenciada, la masturbación siempre es recomendable porque:

  • Ayuda a prevenir encuentros sexuales no satisfactorios o que puedan generar frustración y malestar.
  • Permite no poner “desesperadamente” nuestro propio placer en manos de un otro.
  • Aumenta nuestra vitalidad física y energética: mejora el humor; fortalece los músculos vaginales; alivia dolores menstruales; libera tensiones musculares y permite mejoras en todos los órganos y procesos que se vinculan a la sexualidad. 
  • Expande la manifestación creativa.

Por todos estos motivos, la masturbación constituye un aspecto fundamental de la vida sexual humana. Es importante la exploración y el disfrute del propio cuerpo, para así aprender mejor, también, acerca de sus límites. 

Referencias Bibliográficas

  • Rodrigañez B., Casilda (2000) “Pariremos con placer: apuntes sobre la recuperación del útero espástico y la energía sexual femenina”. Ediciones Crimentales.