Las 5 etapas del amor

La sensación de  “mariposas en la panza” es la metáfora más común con la que solemos describir el inicio del enamoramiento.

Pero el amor es un proceso más complejo, que no se puede reducir a una sensación… Además de un sentimiento, es una construcción conjunta.

Las cinco etapas del amor, nos plantean una nueva mirada sobre las relaciones. Nada es lineal ni eterno. Y las parejas atraviesan ciclos de aprendizajes necesarios que no siempre son superados.

¿Sabías que la mayoría de las personas se separan en la tercer etapa? ¿en cuál etapa del amor te encuentras? Continuá leyendo para descubrirlo.

Imagen con las 5 etapas del amor

¿Cuáles son las cinco etapas del amor?

Al principio, en el amor todo es color de rosa. Y esto tiene una explicación cientifica: cuando nos enamoramos nuestro  cerebro libera oxitocina, estrógeno, serotonina, testosterona y dopamina.  La presencia de estas hormonas se da como parte del mecanismo del enamoramiento. Esta es una de las etapas del amor, pero no es la única.

Las fases siguientes son más arduas, pero el aprendizaje y bienestar que nos aportan son recompensas suficientemente alentadoras. Sin embargo, jamás podemos cantar victoria. Avanzar un escalón, no significa que no podamos volver a descender si no cuidamos el progreso.

A continuación, te explicamos los detalles de cada una de estas etapas. Además, si estás buscando sumar herramientas para mejorar tus vinculos amorosos, podes leer nuestra nota sobre responsabilidad afectiva.

1. La pasión y el enamoramiento

Durante este estadio sentimos un fuerte deseo y atracción hacia el otro. Es aquí el momento en el que se produce una marcada sensación de bienestar que invade la vida del enamorado o enamorada.

Esta es la instancia más placentera de la relación. Y es por eso que, en esta fase, sólo podemos ver en el otro la proyección de nuestra idealización. Somos dominados por las hormonas vinculadas a la felicidad y el bienestar. 

La famosa etapa del “enamoramiento” es la más sencilla y estimulante de todas. En la «luna de miel», los integrantes sacan su lado romántico y se sienten intensamente atraídos el uno por el otro. 

Es un momento en el que las personas que conforman la pareja se van explorando emocional y físicamente.  Ambos pueden encontrarse enceguecidos con la novedad y son incapaces de ver en el otro algún defecto. El vinculo se caracteriza en este estadio por: 

  • Emociones y sensaciones intensas  causadas por las hormonas que nuestro cerebro libera: en esta instancia nuestra pareja monopoliza nuestros pensamientos. Es común escuchar a un enamorado/a decir: “no puedo dejar de pensar en él/ella”. Es recomendable evitar excederse en la cantidad de tiempo que invertimos en la pareja, esto puede ser perjudicial para el vínculo y para nosotros mismos. La intensidad de la atracción puede generarnos un desgaste personal al provocar que desviemos la atención que debemos enfocar en otros objetivos importantes. 
  • En esta etapa “el amor es una droga” porque los niveles de dopamina suben considerablemente y aumentan nuestra sensación de felicidad. La diversión y emoción nos dominan y nos hacen caer en la falsa creencia de que toda la relación será así. 
  • La pareja evade las diferencias y se centra en las similitudes. Existe una tendencia a querer buscar alguien “perfecto” para uno e intentar pensar que están hechos “el uno para el otro”. Esto también termina afectando la relación, porque una pareja sólida se construye sobre los cimientos de la comunicación.
¿Por qué ansiamos amor? Helen Fisher explica las conclusiones a las que arribó luego de realizar Resonancias Magnéticas a personas enamoradas y rechazadas.

2. Compromiso

La falta de novedad y el inicio de la monotonía, extingue la pasión. Pero se abre una nueva fase en la que continua la  alegría y satisfacción, siempre que esa pareja nos motive al autoconocimiento y estemos en condiciones de  aceptar los defectos que empezamos encontrar en el otro. 

Al finalizar la etapa del enamoramiento, las hormonas dejan de enceguecernos, y podemos decidir racionalmente si queremos continuar junto al otro reconociendo sus defectos. Esta es una etapa en la que los integrantes de la relación empiezan a tener más estabilidad emocional pero la pasión mutua disminuye. Aquí se comienza a manifestar lo que cada uno quiere de la pareja y las características que desean en el vinculo. 

Esta etapa se caracteriza por: 

  • Aumento en la conexión emocional, al ser que los integrantes empiezan a desenvolverse con naturalidad y sentirse en comodidad con la presencia del otro. 
  • Disminuye la dependencia emocional. La pareja empieza a priorizar su tiempo individual y a estar menos pendientes del otro. Esto se da porque cada uno siente certeza de poder pasar el tiempo distantes y luego volver a estar juntos.  
  • Suelen darse compromisos de largo plazo, como irse a vivir juntos o embarcarse en otro tipo de proyectos conjuntos. 

Estas decisiones no siempre son recomendables, porque en la rutina el desencantamiento se acelera. El estrés de la rutina y los conflictos de la convivencia pueden ser una combinación explosiva para conflictos evitables. 

3. Desilusión

La mayoría de las veces esta instancia marca el fin de las relaciones. Esta fase puede llegar de forma gradual o repentina. 

Aquí empezamos a ver los defectos de nuestra pareja y esta des idealización nos provoca frustración. Inevitablemente esta etapa se caracteriza por el aumento de las discusiones y sensación de irritabilidad con las conductas que nos molestan del otro.

Aunque todavía exista una fuerte conexión y enamoramiento, también puede surgir la sensación de sentirse atrapados o estancados. Aquí las personas empiezan a cuestionarse si tomaron la decisión correcta y se plantean el futuro de la relación. 

Esta desilusión puede llevarnos a olvidarnos de los motivos por los cuáles elegimos a esa persona antes. ¿Te encuentras en esta etapa? Te compartimos algunos consejos para superarla:

  •  Es necesario tener una buena comunicación, mucha confianza y que ambos estén  comprometidos a negociar y cambiar las actitudes que son perjudiciales para la pareja. 
  • Aquellas personas que continúan juntos luego de esta fase, son las que comprenden que no existe una  “media naranja” y nadie tiene la responsabilidad de solucionar nuestros problemas o actuar como «salvador/a». El amor sano es entender que somos completos sin el otro, para evitar amar desde la necesidad y amar desde la genuina elección. 
  • Cada integrante de la pareja debe asumir su propio auto cuidado y disponer de amor propio. 
  • El tiempo de calidad en pareja debe ser una prioridad. A medida que la relación avanza, nos dejamos absorber por las responsabilidades. Recordemos que a todo lo que nos importe le debemos brindar atención, tiempo y cuidado.

4. Amor real

En esta etapa  la pareja consiguió superar la desilusión.  Se concilian las diferencias y se superan los problemas que se fueron presentando. Hay un cambio en la perspectiva: al presentarse un conflicto ya no se enfocan en acusar o reprochar a su interlocutor, sino en conciliar intereses y sentimientos. Ya no es el otro el problema, sino dos personas conversando para solucionar un problema.

Para llegar a esta instancia, la etapa de desilusión debe estar mediada por conversaciones respetuosas. Las parejas que logran alcanzar esta etapa, priorizan el cariño que sienten por el otro, por sobre su ego o las idealizaciones que tienen de lo que es una pareja.  

Anteriormente, te comentamos que la mayoría de las personas desisten en la tercer etapa. Pero quiénes logran ingresar a este cuarto escalón, alcanzan un amor caracterizado por la estabilidad y seguridad. En esta instancia hay aceptación y compasión. Es la etapa más cómoda del amor, y es por eso que muchas veces los enamorados sienten que el otro es su “zona de confort”. 

Pero como vivir se trata de pulir la mejor versión de nosotros mismos, tampoco es bueno quedarnos en la comodidad. Es importante no estancarse y tratar de trabajar para romper con la tediosa monotonía.

Aquí la creatividad juega un papel importante: pensar en actividades que nunca hicieron antes, planificar un momento especial, tener gestos sorpresivos que sirvan para demostrarle a nuestra pareja que todavía es una pieza importante en nuestras vidas.

5. Transformación

En esta etapa,  la pareja logra establecer pautas consensuadas para tener una convivencia  feliz y saludable.  Muy pocas personas logran llegar a esta instancia. Este es un periodo en el que la comprensión mutua se transforma en el eje de la relación.  

La pareja empieza a centrarse en encontrar su vocación mutua o su proyecto en común. Suele coincidir con momentos de la vida en la que los integrantes de la pareja disminuyen sus obligaciones externas y pueden dedicar tiempo a hacer más cosas juntos, y compartir con el otro  aficiones y pasiones. 

Anteriormente leías que estas etapas no son lineales, y esto explica que algunas parejas que llegan a la “transformación” puedan regresar a instancias anteriores . 

La instancia de “desilusión” puede re aparecer si es que la pareja no logra mantener una vinculación que les resulte significativa. 

 

¿Cuánto tiempo dura el amor de un hombre?

Al enamorarnos nuestras emociones se disparan y, como te comentamos con anteriormente, la sensación de bienestar invade nuestras vidas. 

El romanticismo fílmico nos lleva a pensar que, como en las películas, ese romance intenso durará toda la vida. Pero no es así. 

Si bien las imposiciones sociales y culturales del ”amor romántico” y “monogámico” se imponen más a las mujeres que a los hombres. También es cierto que la duración del amor no depende del género. 

Según el neurólogo Dr. Fred Nour, una estimación general calcula que la etapa de “pasión” puede durar aproximadamente dos o tres años como máximo. 

Enamorarse es la parte más fácil pero el entusiasmo dura lo mismo que la novedad. La parte difícil inicia cuando comenzamos a conocer realmente al otro.  El camino hacia el amor real y duradero es largo y arduo. No todos deciden construirlo, y la decisión no puede ser unilateral, sino compartida. Sólo aquellas parejas que sus integrantes estén dispuestos a trabajar en sí mismos y aceptar al otro, pueden superar los obstáculos y alcanzar un amor sano. 

En una relación duradera, la etapa del enamoramiento representa la fase más corta en relación a lo que duran las otras. 

Un dato curioso es que en aquellas relaciones en las que se vive un conflicto o un periodo de distanciamiento prolongado, al regresar se retoma esta etapa de enamoramiento. Esto es muy característico de las relaciones tóxicas, y es el combustible necesario para que existan.

Es así que en este tipo de vinculo, el progreso de la pareja  se estanca entre las tres primeras etapas, siempre volviendo a la etapa del enamoramiento.

Como esta fase es tan encantadora, la pareja puede pensar que “pese a la adversidad, el amor es más fuerte”, pero ninguno de los dos tiene la madurez emocional o la predisposición para construir un vínculo en el que se puedan debatir las diferencias de una manera asertiva y respetuosa.  

¿Cuál es la etapa más difícil de una relación?

Según los especialistas, el periodo en el que la mayoría de las personas deciden terminar la relación es durante la etapa de la desilusión. Aquí las diferencias parecen irreconciliables y es dónde se marcan los problemas arrastrados de patrones familiares o malas prácticas al momento de resolver los conflictos. 

Cada uno de los integrantes de la pareja se debe cuestionar si considera que existe un proyecto en común que lo motive lo suficiente como para estar dispuesto a trabajar las diferencias. 

Ambos deben trabajar la confianza, el respeto y la comunicación para avanzar juntos. Pero también recuerda que el amor nunca es suficiente, para alcanzar una relación sana se necesita de mucho crecimiento personal y elección incondicional por parte de  ambas personas.

¿Cómo alcanzar una relación duradera?

La Coach en relaciones Jenna Ponaman, comenta que las parejas duraderas tienen ciertas prácticas que le permiten vivir un vinculo sano: 

  • Saben cuidarse a sí mismos y a su pareja. 
  • Establecen límites sanos para el otro y para las personas de su vida
  • No permiten la interferencia de fuentes externas

A estas prácticas podemos sumar otras de igual importancia: 

  • Evitan la comunicación agresiva y promueven la comunicación asertiva 
  • Trabajan en la independencia emocional y en la empatía mutua 
  • Afrontan juntos los problemas que pueden presentarse 
  • Aceptan lo que no les gusta del otro
  • Priorizan el tiempo de calidad y conversan las diferencias

¿En qué etapa del amor te encuentras? Suma tu comentario y aporta al debate ¿crees que la teoría de las 5 etapas del amor es acertada?