El abuso sexual infantil (ASI) constituye una de las peores formas de violencia contra la niñez y la adolescencia. Debido a que su detección no resulta tan sencilla (por la inmadurez de las víctimas y porque las lesiones no se observan a simple vista), la mayoría de los casos demora demasiados años en exponer lo ocurrido.
El abuso sexual es un tema que afecta profundamente la salud mental de las personas, sobre todo cuando sufrieron de esta vulneración en su infancia. Sumado a que este ha sido un tema tabú durante muchos años, podríamos decir que recién ahora la sociedad se encuentra preparada para abordar esta problemática correctamente. En este artículo, te acercamos algunas cuestiones fundamentales para comprender lo que el ASI significa y, de esta manera, ayudar a prevenirlo.
¿Qué es el abuso sexual infantil?
Según un informe de 2016 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 varones han declarado haber vivido abuso sexual en su infancia. De acuerdo a UNICEF, 1 de cada 10 niñas ha sufrido de esta vulneración. El abuso sexual representa una problemática que afecta profundamente a la niñez y la adolescencia en todo el mundo y que no distingue de género, cultura o clase social.
El abuso sexual infantil “ocurre cuando un niño, niña u adolescente (NNyA) es utilizado para la estimulación sexual de su agresor (un adulto conocido o desconocido, un pariente u otro niño/a u adolescente) o la gratificación de un observador. Implica toda interacción sexual en la que el consentimiento no existe o no puede ser dado, independientemente de si el niño entiende la naturaleza sexual de la actividad e incluso cuando no muestre signos de rechazo” (UNICEF, 2016).
El ASI también comprende el contacto sexual entre un adolescente o niño mayor y otro de menor edad cuando se presenta disparidad significativa en la edad, diferencias en el desarrollo, aprovechamiento por la desigualdad del tamaño o cualquier tipo de aprovechamiento intencionado en base a esas diferencias.
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¿Qué hace a una interacción abusiva?
Lo importante es señalar que el abuso sexual puede ocurrir CON o SIN CONTACTO SEXUAL y que incluye:
- Manoseos, frotamientos, contactos y besos sexuales.
- Coito interfemoral (entre los muslos).
- Penetración sexual o su intento (por vía vaginal, anal y/o bucal).
- El exhibicionismo y el voyeurismo.
- Actitudes intrusivas sexualizadas, los comentarios lascivos y las indagaciones inapropiadas acerca de la intimidad sexual de los NNyA.
- La exhibición de pornografía, muchas veces disfrazada de “educación sexual”.
- La incitación a que los NNyA tengan sexo entre sí o fotografiarlos en poses sexuales.
- Grooming: el contacto a través de internet con un NNyA con fines sexuales.
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El abuso sexual infantil es un delito
Los derechos de los niños fueron formalmente reconocidos tras la Primera Guerra Mundial y la posterior Declaración de Ginebra de 1924. A nivel internacional, la Convención sobre los Derechos del Niño establece que todo niño/a tiene derecho a la integridad, la intimidad y la privacidad. A su vez, tiene derecho a no ser expuesto a ningún tipo de violencia, abuso, explotación o malos tratos. En Argentina, rige la Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes.
Según al artículo 647 del Código Civil y Comercial de la Nación, se especifica la prohibición de cualquier tipo de maltrato o hecho que menoscabe o lesione la salud física, mental o psicológica de los NNyA. Este delito también se encuentra sancionado penalmente. En el Título III del Código Penal de la Nación se establecen tres tipos de abusos: abuso sexual simple, abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual agravado por el acceso carnal.
También existen circunstancias agravantes del delito, como en los casos en los que hay un vínculo con el agresor, ya sea porque es miembro de su familia o porque ha sido encomendado como cuidador.
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Cifras alarmantes
De acuerdo a una nota publicada por La Voz del Interior, entre 2015 y 2018 aumentaron un 60% las denuncias por delitos sexuales. Estos datos surgen de los sumarios registrados en el Polo de la mujer de Córdoba:
- Solamente entre el 2017 y el 2018 las denuncias subieron en un 30%.
- En diciembre del 2018 se produjo un pico de 269 denuncias. A nivel social, esta alza coincidió con el revuelo ocurrido tras la denuncia pública de Thelma Fardín hacia Juan Darthés por violación, lo cual demuestra la importancia de visibilizar estas experiencias para animar a otras víctimas a hablar.
- Un 99% de los casos denunciados por violación presenta como agresor a un conocido o familiar de la víctima.
- De la totalidad de los casos, alrededor de un 70% de los denunciantes realiza la denuncia en el transcurso de la vida adulta y no durante el período en el que se perpetuó el abuso, es decir, en la infancia.
Estas cifras demuestran que, aún en la actualidad, las víctimas de abuso infantil demoran muchos años en exponer lo vivido, si es que acaso alguna vez se atreven a hacerlo (se estima que los números reales son aún mayores).
¿Qué dificulta las denuncias?
- La inmadurez y falta de conocimiento de los NNyA, que muchas veces no entienden lo que está ocurriendo o se avergüenzan de contarlo.
- El hecho de presentar un vínculo cercano con el agresor y tener miedo a generar discordias en el entorno familiar. Resulta más difícil para la víctima interpretar correctamente los hechos cuando quien lo está violentando se supone ser una persona encomendada a su cuidado y protección.
- La falsa creencia de que la mayoría de los agresores son extraños, cuando éstos representan la menor parte de los casos.
- El tiempo transcurrido entre el hecho y la denuncia. La mayoría de las víctimas demora mucho tiempo en denunciar, debido a que es durante la vida adulta que las personas pueden llegar a comprender e interpretar lo vivido y cuentan con el desarrollo psíquico y la fuerza emocional suficiente para asumir esta situación tan vergonzante.
- Un sistema judicial que genera una revictimización del individuo y lo somete a procesos tortuosos. A su vez, la mayoría de los casos de abuso sexual en la infancia quedan sin efecto por insuficiencia de pruebas, cuando justamente esta forma de violencia no suele estar asociada con secuelas a nivel físico, pero sí a nivel emocional y psíquico.
- La falta de implementación de políticas de estado y educación sexual integral (ESI). Por este motivo resulta tan importante que se sostengan y fomenten estos procesos en las aulas y se capacite a profesionales en estas temáticas.
Todavía hoy, el ASI representa una deuda enorme con las infancias. Resulta fundamental poder tomar conocimiento sobre los derechos de los niños, niñas y adolescentes para poder ayudar a prevenir situaciones de esta índole. Para saber más acerca de cómo hacerlo, no te pierdas este artículo acerca de ……..
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Referencias Bibliográficas
“Abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes – una guía para tomar acciones y proteger sus derechos”. Fondo de las Naciones Unidas para la infancia – UNICEF (2016).
“Convención sobre los derechos del niño”. UNICEF (1946-2006). Versión digital: https://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf
Informe de La Voz del Interior: https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/entre-2015-y-2018-aumentaron-60-denuncias-por-delitos-sexuales