¿Qué es la negligencia afectiva?

La negligencia afectiva se define como el abandono emocional y afectivo hacia otra persona. Es ignorar las necesidades de otra persona con la cual se mantiene un vínculo cercano. 

El caso más grave de este fenómeno, por las consecuencias que tiene en las víctimas, es la negligencia emocional infantil. Ya que ocasiona diversas y profundas problemáticas en el desarrollo tanto físico cognitivo como emocional de los niños. 

Sin embargo, también puede darse en otros vínculos como es el caso de las relaciones de pareja. En este contexto, la negligencia afectiva también afecta a la otra persona y las causas de que suceda tienen más que ver con mecanismos psicológicos.

Estos maltratos son silenciosos y muchas veces invisibles, lo que no quiere decir que causen menos daño. Desde Cales, repasaremos qué significa e implica la negligencia emocional, así como cuáles son los tipos de maltrato que existen.

Negligencia emocional infantil

Según la Organización Mundial de la Salud, el maltrato infantil comprende los abusos y la desatención hacia los menores de edad. De esta manera, incluye no solo la violencia física, sexual y emocional, sino también la desatención y descuido.

La negligencia emocional es un tipo de maltrato pasivo que se caracteriza por la indiferencia generalizada familiar hacia los niños. Esto impacta negativamente Sucede cuando los progenitores o tutores no asumen la responsabilidad de cuidar a sus hijos.

De esta manera, los padres no satisfacen las necesidades básicas de los niños como el cuidado de la salud, la higiene, la alimentación y custodia, entre muchas otras. Este fenómeno puede suceder de forma consciente o como consecuencia de problemas psicológicos, pobreza, ignorancia o incapacidad parental de cuidar a los hijos.

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Consecuencias de la negligencia afectiva en los niños

La negligencia emocional es un caso de descuido infantil, ya que en este caso, el adulto responsable desatiende las necesidades básicas del niño. De esta manera, causa un daño no solo a su salud física, sino también psicológica y emocional

El abandono emocional es un fenómeno invisible y silencioso, que lo hace difícil de detectar. Sin embargo, tiene profundas consecuencias en los niños afectados por él.

La principal secuela que deja el abandono es la falta de desarrollo y el deterioro de las habilidades sociales. Con la negligencia afectiva se desestabiliza el desarrollo cognitivo, lingüístico y social de los niños.

De esta manera, entre las afecciones psicológicas producto de la negligencia afectiva, podemos encontrar:

  • Agresividad
  • Hiperactividad 
  • Rendimiento inferior en mediciones cognitivas
  • Ansiedad
  • Problemas de concentración
  • Carencia de iniciativa
  • Retraimiento social
  • Falta de empatía
  • Obsesión-compulsión 
  • Autodestrucción

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Negligencia emocional y física

Como vimos, la negligencia infantil es un concepto amplio que abarca la falta de satisfacción de las necesidades básicas de un niño. De esta manera, se lo priva de los estándares mínimos de alimentación, ropa, atención médica, educación, seguridad y afecto.

Como vemos, estas necesidades son tanto físicas como emocionales. A partir de esto, la negligencia se puede dividir en dos tipos:

  • Negligencia física-cognitiva: Esta clase de negligencia implica la situación en la cual no se atiende a las necesidades físicas del niño. Estas son aquellas referidas a la alimentación, higiene, salud y ropa.
  • Negligencia emocional: En este caso, la negligencia se refiere a la falta permanente de respuesta a las emociones del niño: señales como llanto o sonrisa, expresiones y conductas que intenten proximidad o interacción de parte del menor. Además, también se incluye aquí la falta de interacción y contacto del adulto con el niño.

Negligencia parental

La negligencia parental es aquella realizada por los padres o tutores del niño. Dado que se trata de un maltrato silencioso, este fenómeno aun no se ha trabajado demasiado. Por lo tanto, existe un gran desconocimiento social acerca del alcance que pueden tener sus consecuencias.

Una madre, padre o tutor negligente se caracteriza por ser incapaz de detectar las necesidades de su hija o hijo. En otros casos, puede considerar sus propias necesidades más importantes que las del menos o pensar que las necesidades carecen de autenticidad.

Causas de la negligencia parental

Como vimos, existen diversos factores que pueden desencadenar la negligencia parental. A continuación, realizaremos una lista con las causas más comunes. 

  • Pobreza o falta de recursos

Una de las causas más comunes de abandono es el de tener recursos económicos limitados. Muchas veces, la protección estatal no alcanza o no llega, lo que provoca la incapacidad de los padres para atender las necesidades de sus hijos.

  • Familias numerosas 

En este caso, muchas veces la responsabilidad recae sobre los niños mayores, a los que se les exige el cuidado de los menores. Aquí la negligencia será doble, puesto que los mayores la sufrirán por parte de sus padres y, los menores, sentirán también la ausencia de los adultos.

  • Trastornos psicológicos

Existen muchos casos en los que uno o ambos padres sufren patologías mentales que afectan su capacidad cognitiva y emocional. Cuadros de depresión severos, por ejemplo, pueden afectar la atención de padres hacia sus niños. Los brotes psicóticos, por otro lado, pueden afectar la percepción de la realidad de los adultos, provocando el abandono de los hijos.  

  • Padres con problemas de adicción

El consumo de sustancias tóxicas en los adultos repercutirá, sin dudas, en la salud física y emocional de los niños. El daño puede comenzar, incluso desde el embarazo, puesto que las sustancias nocivas pueden afectar al feto. Por otro lado, la disminución de conciencia característica de estos estados imposibilitará la adecuada cobertura de las necesidades del niño.

Negligencia educativa 

La negligencia educativa implica la falta de preocupación parental acerca de la escolarización de los niños. Entre las diversas conductas que podemos encontrar en esta clase de abandono, se destacan:

  • Falta de educación escolar: Esto sucede cuando los padres o tutores no inscriben a los niños en la escuela y tampoco le ofrecen educación en el hogar.  
  • Ausencia escolar: los tutores permiten el absentismo de la escuela con promedios de, al menos, cinco días al mes. Esta conducta empeora si, cuando se le informa a los padres acerca del problema, no intervienen para cambiar la situación.
  • No se atienden las necesidades especiales de educación: Como vimos, los niños víctimas de negligencia emocional suelen desarrollar problemáticas cognitivas que afectan su rendimiento escolar. Cuando se detecta esto y se solicita a los tutores tratamiento, suelen negarse sin indicar causas razonables. 

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Ejemplos de negligencia emocional en niños

Los niños dependen de los adultos tanto física como emocionalmente. Sus tutores no solo son los encargados de saciar sus necesidades de alimentación, higiene, vestimenta y salud, sino que también deben ofrecerles una contención emocional y afectiva.

La negligencia emocional es un fenómeno complejo, que abarca diversas aristas de la vida familiar y social. A continuación intentaremos repasar algunos ejemplos de este abandono y qué consecuencias implican en aquellos que lo sufren. 

Un ejemplo de negligencia emocional es la falta de afecto de los padres hacia sus hijos. Es clave entender que la falta de cariño también es una forma de  maltrato. Aquellos padres que no besan, abrazan a sus niños o los ignoran, estarán ejerciendo una forma silenciosa, pero igual de dañina, de maltrato. 

Cuando los padres descuidan emocionalmente a sus hijos, los privan de aprender las estructuras y reglas necesarias para vivir en sociedad. Con la falta de disciplina, los niños crecen sin conocer las consecuencias de sus errores. Esto implica que no podrán racionalizar sus dificultades, culpandose y desarrollando una severa carencia de autoestima.

Negligencia emocional en la pareja 

El abandono emocional no sucede solamente hacia los niños, también puede darse en relaciones de pareja. En estos casos, el abandono se da cuando uno de los miembros no está emocionalmente disponible para el otro.

Esta negligencia se manifiesta como indiferencia hacia el otro y falta de empatía. Así, la pareja comienza a notar falta de expresiones de afecto y de interés hacia la propia realidad. Es decir, deja de importarle los sentimientos, problemas o logros del otro. 

Este tipo de abandono puede camuflarse en las rutinas u obligaciones diarias. Sin embargo, puede resultar muy perjudicial para la otra persona, que siente la ausencia física y emocional de su pareja. 

Este tipo de conductas, sin embargo, no significa la ausencia de amor. En la mayoría de los casos, los culpables de la situación son ciertos factores psicológicos.

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Causas psicológicas del abandono emocional

Como dijimos, la causa de este tipo de maltrato suele encontrarse en el ámbito de lo psicológico. Tiene que ver con problemas de desarrollo o deterioro de las habilidades sociales.

Algunas personas no tienen los recursos psicológicos necesarios para construir y mantener una relación afectiva. En ciertos casos, mientras más les importa la otra persona, más se aíslan y levantan barreras. 

Por lo general, esto tiene se desencadena como un mecanismo de defensa ante traumas no tratados o problemas importantes de autoestima. Generalmente, sienten que los lastimarán, por lo que inconscientemente, abandonan primero. 

Ejemplos de negligencia emocional en la pareja

Este tipo de problemática, para considerarse negligencia emocional, debe mantenerse a lo largo del tiempo. Es decir, debe ser crónica. Algunos ejemplos de este tipos de conducta pueden ser:

  • Poco diálogo y temas rutinarios: Las conversaciones son limitadas, a pesar que el otro desee hablar y, cuando se dan, siempre giran alrededor de temas poco profundos.
  • Falta de afecto: La persona no solo no demuestra cariño, sino que no responde a los del otro o lo hace pero sin motivación. 
  • No comparte su vida ni sentimiento con el otro
  • En reuniones grupales, ignora a su pareja y se dedica a hablar con los demás.
  • No empatiza con su pareja, con sus problemáticas ni sentimientos.
  • El otro se siente solo y piensa que no puede contar con su pareja

Fuentes